Principios generales de la tecnología piezoeléctrica
*Publicado originalmente en Dental Tribune Latin America
La tecnología piezoeléctrica actúa mediante oscilaciones de frecuencia ultrasónica amplificadas y transferidas a una punta vibrátil que, cuando se aplica con una ligera presión contra el tejido óseo, resulta en una cavitación gracias al efecto de corte mecánico que se produce exclusivamente en los tejidos mineralizados.
Cuarto de una serie de 11 artículos

Origen y funcionamiento
La piezocirugía es un sistema de seccionamiento alternativo a las fresas diamantadas y/o de carburo que han sido usadas tradicionalmente en diversos procedimientos quirúrgicos. Su principal atractivo es la capacidad de corte selectivo, lo que la convierte en el procedimiento ideal para ser usado en territorio fronterizo entre los tejidos blandos y duros, reduciendo el riesgo de traumatizar estructuras gingivales, nerviosas, musculares y vasculares.1
El sistema piezoeléctrico fue desarrollado en el área médica en 19882. Actúa mediante oscilaciones de frecuencia ultrasónica amplificadas y transferidas a una punta vibrátil que, cuando se aplica con una ligera presión contra el tejido óseo, resulta en una cavitación gracias al efecto de corte mecánico que se produce exclusivamente en los tejidos mineralizados.3,4
El equipo está conformado por la pieza de mano piezoeléctrica, conectada y soportada a la unidad principal de energía, la cual también tiene salidas de irrigación. Un interruptor de pie activa la pieza de mano en donde se intercambian los insertos. La frecuencia de las vibraciones, el poder de corte y la cantidad de la irrigación pueden ser ajustadas. La frecuencia se establece normalmente entre los 25 y 30 kHz. Causa microvibraciones de amplitud que fluctúan entre los 60-210um,1 proporcionando una potencia de corte superior a los 5W.5,6,7
La piezocirugía es un sistema de seccionamiento alternativo a las fresas, cuyo principal atractivo es la capacidad de corte selectivo, que reduce el riesgo de traumatizar estructuras gingivales, nerviosas, musculares y vasculares.
Las vibraciones de baja frecuencia suelen emplearse en tratamientos de conductos; las de alta en limpieza de superficies dentarias o alisamientos radiculares y óseo. El modo potenciado es el de elección para osteoplastías y osteotomías. El patrón de oscilación potenciado se caracteriza por movimientos alternados entre la máxima y mínima frecuencia (30hz), con la finalidad de evitar que, al impactar sobre el hueso, el inserto produzca un sobrecalentamiento mientras se produce el corte. La irrigación que acompaña la activación de las puntas debe ser profusa. Usualmente se emplea suero fisiológico a 4°C. Los movimientos de activación deben ser intermitentes y la presión ejercida debe ser mínima, sin fuerza excesiva, permitiendo un seccionamiento preciso. En casos de osteotomías profundas, se pueden usar instrumentos convencionales de manera auxiliar, ya que, si el inserto se detiene y no realiza el efecto cortante, solo producirá elevación de la temperatura con un consecuente daño tisular.5

Consideraciones biológicas
Se ha reportado que el uso del piezoeléctrico reduce el daño a las células óseas y permite la supervivencia de los tejidos remanentes,8 mostrando resultados prometedores con respecto a su cooperación en la pro-neoformación ósea de los sitios abordados.9,10
El sistema piezoeléctrico se emplea en osteotomías, elevación de seno maxilar, cirugías de la ATM, apicectomías, desplazamiento de estructuras nerviosas, expansión crestal, cirugía periodontal, preparación de lechos para implantes dentales, obtención y preparación de injertos óseos, extracción de piezas dentales, quistes y dientes impactados.
Se observó una regeneración y curación más rápida en zonas abordadas con bisturí piezoeléctrico, en comparación con los resultados obtenidos con brocas de carburo o de diamante.9 Las moléculas de oxígeno liberadas durante el corte tienen un efecto antiséptico y la vibración ultrasónica estimula el metabolismo celular. La precisión en la osteotomía permite la preservación de la arquitectura ósea normal, factor que podría contribuir directamente a acelerar la regeneración ósea. Algunos estudios han demostrado incluso que muestras de hueso extraído de osteotomías realizadas con el piezoeléctrico contenían más hueso vital y osteocitos que las obtenidas con métodos habituales.11

Adicionalmente, evaluaciones histológicas y moleculares han mostrado presencia osteblástica temprana en zonas abordadas con piezoeléctrico, obteniendo neoformación ósea a los catorce días. Igualmente, se observa una concentración más rápida de moléculas inductoras de hueso como las proteínas morfogenéticas (BMP-4) y de diferenciación celular osteoblástica, como el factor de crecimiento transformador β (TGF-β2). Paralelamente, se evidenció también menor presencia de citoquinas proinflamatorias y de diferenciación osteoclástica (TNF-α, IL-10, ILβ) en las etapas iniciales de curación, comparado con el fresado convencional.10 Todos estos hallazgos afianzan las ideas de biocompatibilidad y pro conservación de tejidos en tratamientos con piezoeléctrico.
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